Na mañá do 22 de decembro do ano 1909, tras días de intensas chuvias, un desprendemento sorprendía aos veciños do pobo das Ermitas, no concello do Bolo, levando por diante casas e vidas humanas. Foi unha catástrofe que moita xente, anos despois, contaba entristecida aos seus descendentes.
Unha desas persoas era a avoa de Juan Corzo Álvarez, un veciño de Celavente (no mesmo municipio) amante dos versos e das coplas que non contento coa historia que lle contaba a súa avoa que tiña 13 anos no momento da desgraza, púxose a preguntar e buscar información ata que deu cun romance que narra o feito. Unha copla que xa na madrugada do 1 de outubro interpretaba para toda Galicia, no programa Luar, da Televisión de Galicia.
Compartindo cámara con Los del Río, Sabela ou a Asociación Folclórica Lembranzas do Tambre, convidados no programa da TVG, Juan falou con Xosé Ramón Gayoso e Patricia Fernández Santana, explicándolles os feitos dese fatídico día, antes de cantar a copla, emocionado ao público presente e tamén aos telespectadores que o escoitaron dende as súas casas.
COPLA DAS ERMITAS
recuperada
28/12/2014
Ayuntamiento del Bollo y partido de Viana,
hay un pueblo muy hermoso que Las Ermitas le llaman.
Está metido entre cerros, su puesto en lontananza,
que muy cerca de Bibei daban comienzo las casas.
Viniendo de Manzaneda, o que cosa más extraña,
el veintidós de diciembre, a las once la mañana,
se bajó un desprendimiento, arrastrado por las aguas.
Veintiséis casas cayeron, por las aguas arrastradas,
con enseres y con muebles que las casas adornaban.
Veintiséis hombres murieron aumentando las desgracias,
y con ellos cuatro niños que jugando se encontraban.
Yo aquí no pongo los nombres, porque dos solo me bastan,
porque eran amigos míos, y los pongo en esta plana.
Uno se llama Demetrio, cristiano hombre y de canas,
su hijo José María, también falta de su casa.
Adiós mi padre querido, mi madre donde se hallaba,
se oyó llorar a un chiquillo que sin familia quedaba.
Parte de administración que es casa santa y sagrada,
que al demás templo no toca porque tienen quien lo ampara.
Con la Virgen del Rosario, que por todos venerada,
que le echaban el talón y ella misma lo quitaba.
Cuando le pide a su jijo, quiérele pedir a claras,
volvamos a la tormenta que arrastrando está las casas.
